Investigadores del Georgia Aquarium, en colaboración con científicos internacionales, están estudiando la isla de Santa Elena, en el Atlántico Sur, como un posible lugar de apareamiento de tiburones ballena. Esta remota isla es el único sitio conocido donde machos y hembras adultas se congregan en números similares sin una fuente de alimento evidente, lo que sugiere que podría ser un lugar clave para la reproducción de esta especie.
Simon Pierce, investigador asociado al Georgia Aquarium, ha documentado marcas en hembras que podrían ser indicios de apareamiento. Aunque aún no se ha capturado evidencia directa del acto reproductivo, se han observado comportamientos como persecuciones y exhibiciones entre machos y hembras.
El Georgia Aquarium ha realizado múltiples expediciones a Santa Elena desde 2014, utilizando tecnologías como etiquetas satelitales y ultrasonidos en tiburones ballena en libertad. Estos estudios han revelado que algunas hembras con vientres prominentes no estaban embarazadas, desafiando teorías previas sobre su reproducción.
A pesar de los avances, el apareamiento de los tiburones ballena sigue siendo un misterio, observado solo en contadas ocasiones en la naturaleza y nunca en cautiverio. Comprender su comportamiento reproductivo es esencial para la conservación de esta especie en peligro de extinción.
